jueves, 27 de septiembre de 2018

Cartas para Arturo. Segunda.



Arturo, en Zipolite Oaxaca, 2018.

… somos en términos del aire…

Las rutinas se han instalado entre nosotros, calificar sus efectos sobra, son necesarias y casi connaturales en los proyectos de vida que en algún momento coinciden, gracias por coincidir conmigo. Una de las más simples, ha sido adornar la habitación con flores frescas cada cinco días, de esto expresaste un día: - Llegaste a darle un poco de más orden a mi vida -.

La verdad es que tú también le diste orden a la mía, no en el sentido de hábito al que te referías en dicha frase; la reordenaste, para ser más preciso. De no haber coincidido contigo, a estas alturas es muy probable que no permaneciera en la ciudad, estaría de vuelta en Guanajuato buscando retomar rumbo por allá; no es reproche, es agradecimiento, porque estos primeros dos años juntos me han hecho redescubrir tres cosas: sentirme revalorado y amado, tener un compañero con quien vivir lo ordinario y lo límite y, sentirme feliz en esta ciudad que a veces muerde, pero que ahora nos impresiona juntos.

En estos dos años mi mundo no es el mismo, ni el tuyo creo; aún me falta encontrar dónde acomodar unas cuantas cosas pendientes de presentarle a tu departamento, libros más que nada, la mitad del clóset en tu habitación ya ha sido tomada de lleno por mí, quizá así empiezan todas las historias de amor gay, cediendo un poco del clóset personal, primero del emocional y después del real. Mucho de lo que nos acontece se concibe en términos y decisión de ambos.

Los fines de semana son casi siempre unas breves vacaciones juntos, entre viajar a tu pueblo o el mío o el de algún amigo en común, planear un gusto o placer juntos, disfrutar la sencillez de un esparcimiento compartido o, simplemente, disfrutar algo de todo lo nuevo que tiene la Ciudad de México, siempre valen la pena. 

Conciliar nuestra libertad y… libertinaje, ha sido parte también de acompañarnos; en cierto sentido ese aire que nos caracteriza, respirando mejor siendo un poco autónomos, fue el que también nos hizo coincidir, ha ayudado a que aprendamos a respetar y coexistir en las diferencias que tenemos, matizadas en una mezcla de divergencias de temperamento, axiológicas, ideológicas, espirituales y hasta físicas. Nos completamos más que suprimirnos, también ignorar, dar espacio o no entrometerse por lo que sólo pertenece a uno ha sido negociado y aprendido... nos relacionamos y somos en términos del aire.

En las noches, particularmente en las que no concilio sueño por las mil cosas que mi mente tiende a analizar a esas horas, has descubierto que acicalando mi cabello logro relajarme y… soñar también, en tu caso se consigue con los masajes en la espalda alta, estoy en el punto de sentirme muy afortunado incluso de esas pequeñas cosas.

Desde mi última carta ha pasado un año, estar contigo me ha devuelto la sensación de disfrutar el aun los más simple, que casi siempre coincide con los ratos que pasamos juntos; si bien, me ha robado un poco el egoísmo de abstraerme escribiendo poemas y pulirlos por noches completas, verle a USTED dormir a mi lado sin perturbarlo, es para mí ya una bella armonía, simple, pero perfecta. Sin todas les personas que amo cerca, con usted me basta para estar menos sólo en estos lares.

Transcribo en esta carta el poema que te escribí en febrero de este año, justo para fechas de mi cumpleaños:


Arturo es reto.

Arturo es desnudo de contrastes
confrontación de divergencias
esencia de cielo e infierno,
carga de certezas, existencia.

Concurren en él:
días de carne
días de ceniza,
ojos que subliman,
roces sin retorno;
Arturo es armonía.

Transmuta divergencias,
brinda alegrías, mi felicidad;
atractivo señero de sí,
da angustia también,
realidad que enamora.
Arturo es alquimista.

Hoy dormía, yo observaba,
ambos soñamos.
Persistencia de cielo e infierno,
borde de nociones, limbo.

Contrastan en él:
Su diáfana sonrisa
su matizado hablar;
labios que silencian,
efectos sin verbos.
Arturo es albor.

Engendra impulsos,
permite placeres, mi cuerpo;
atractivo señero de sí,
da libertad también,
albedrió que ciñe.
Arturo es reto.

Sigo en el reto de estar contigo, me encantan los retos. Hemos superado el pudor de la simplicidad y pasamos a la apertura de la complicidad, ya no cuesta trabajo contarnos penas, mostrarnos relajados y sin poses, compartir anhelos. Hemos ido de verte utilizar los bóxers con agujeros en ocasiones y de ver mi ritual de corte de uñas a, escuchar y abrazarte cuando te has sincerado de tus emociones más profundas o, consolarme y respetar mis silencios ante mis pérdidas recientes.

Son tiempos de consolidar, reaprender lo que nos enamoró, pero aún más, de conocer lo que nos podría hacer débiles o fuertes como pareja.

Nuevos proyectos y retos están en ciernes, han sido días de reconocernos como compañeros y aliados, no hay reproches sino más bien ganas de continuar junto a ti, espero que el sentimiento sea recíproco, siento que así es… me haces sentir que así es, tu carácter es transparente cuando de expresar tus emociones y decisiones se trata, esas certezas y claridades afianzan y unen.

Repito, somos en términos del aire, sigamos siendo en términos del aire.


Para Arturo …
A.G. Cabrera, 27/09/2018

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entradas populares