Letritas para el alma XII

Navegando tu mirada ahogada.

Sobrevivir el recuerdo que no ha de repetirse,

decir adiós a una caricia encofrada en la memoria,

dejar ir sin haber tenido,

confortarse en la  brevedad de una felicidad,

haber sido amado en el verbo de la añoranza.

Amigo, trato de entender  lo que tus lágrimas me dicen de él,

verte me  hizo llorarle también,
sin saber exactamente de qué lloraba.

No entiendo, ¿por qué comparto tu tristeza?,

tan sólo comprendo, navegando tu mirada ahogada,

sembró flores en ti,

sobre el frágil polvo de su existencia;

¡Que esas flores sean tu consuelo!, 

nada las marchitará, ni la maldita noticia de su muerte.

Tomemos un trago de nuestra propia experiencia,

apaguemos un poco del dolor que nos duele,

por esa vida que pudo ser la nuestra,

que es la nuestra.

                                                Oscar U.M y Eduardo P.G. Ago/2012

A.G. Cabrera