miércoles, 30 de diciembre de 2020

De pantanos políticos y médicos guapos vacunados, (reflexión personal perversa)...

¿Por qué es importante tener un asesor, que además de técnico tenga #OjoPolítico en cualquier asunto de #OpiniónPública?


Desde que vi la foto que uso comunicación social del #IMSS (alguien me aclaró que fue comunicación social de #SEDENA) para divulgar el arranque de la campaña de #vacunación contra el COVID con el médico "guapo", mi olfato en tales temas detectó muuuchos peros, los comenté y anticipé que acabaría en el ojo del huracán, aposté con mi vato sobre esto, él es comunicólogo. 




Ya salieron todos los "peros" del personaje (quien seguramente no anticipó en las que se metía, ni estaba obligado a hacerlo), empezando por el hecho de que, no es personal médico en la primera línea de atención del #COVID (se suponía que eran los prioritarios en este primer lote de vacunas). 


Así, he visto en toda mi trayectoria de lo que llamo... "perro de guardia", como han caído personajes, instituciones, perfiles, puestos, cargos, candidaturas, etc.  por errores tan minios como éste. 


El último ejemplo cercano que viví, fue en la institución en la que hasta hace poco colaboré, #CONAPRED, donde una pifia como el llamado #chumelazo, ha puesto en riesgo y sigue teniendo en riesgo, a una de varias instituciones de mayor importancia democrática de los últimos 15 años en México; porque en el poder y quien lo tiene para su contentillo visceral, no se perdonan estos errores.


(Escuchen el minuto 21 de la entrevista al joven oftalmólogo: https://m.youtube.com/watch?v=Km144EfpL78&feature=youtu.be)

domingo, 27 de diciembre de 2020

De vacunación, políticas públicas y populismos.

La vacunación como política de salud pública es una obligación del Estado correlacionada con el derecho a la salud de las personas y éste, bajo un esquema constitucional con enfoque social, como el de México, es el principal garante de tal derecho. 


En ese sentido, como garante de procurar la máxima cobertura del derecho a la salud, bajo la observancia de principios como las máximas salvaguardias, interés superior, equidad, medidas de compensación, etc. puede arrogarse la prioridad de adquirir las vacunas disponibles del COVID, limitando el acaparamiento del mercado por un factor netamente económico y procurando la prevalencia de estos principios en pro de quienes tienen mayor prioridad, vulnerabilidad y riesgo. 


Hasta ahí perfecta la decisión del estado mexicano en controlar al mercado de la vacuna preventiva del SARS-COVID-19. 

El problema y 'pero' del esquema actual del Gobierno de Mexico es que, ante la limitación del presupuesto de salud, el incremento actual de demanda de éste sector y la sobrecarga de trabajo del personal de salud, se ha visto rebasado por las abrumadoras estadísticas de transmisibilidad y morbilidad de la actual pandemia. 


El gobierno actual, lejos de realizar los ajustes razonables de sus programas clientelares, al realizar presuntos ahorros motivados por la pandemia, que implicaron el recorte "a machete" de sendos fideicomisos y sectores públicos, incluso y por absurdo que parezca, del fondo de protección contra gastos catastróficos de salud (cuyo remanente fue devuelto a la federación), ha engrosado sus becas clientelares con tales "ahorros", más que realmente abonar a la salvaguarda de un derecho como lo es la salud y la correlativa vacunación que directamente salva vidas. Las vacunas están llegando a cuenta gotas. 

Esto último, es la diferencia entre un gobierno populista que busca militantes y otro centrado en políticas públicas ciudadanas que realmente atajen las diferencias bajo principio de igualdad,  diferencias que en la circunstancia actual están costando miles de vidas. Pero... es año electoral, ahí están las estadísticas y los ejercicios presupuestales para quien lo dude.

lunes, 27 de abril de 2020

QUERÍA SABER QUE ESTÁS BIEN.

Pintura: "Una calle oscura", Nikolai Sinezubov, 1933.


Me resulta extraña esta espera, hace tanto tiempo que no le veo; no comprendo, ni soy consciente de la razón por la que estoy camino a reunirme con él. Abordo el autobús que me ha de llevar al destino, tomo asiento en un desgastado sillón, sólo cuatro personas y yo viajamos ahí; no distingo a nadie, ni... me esfuerzo en hacerlo, cada quien viaja en el silencio de sus pensamientos, una mujer solloza tragándose alguna pena, a nadie parece importarle, de vez en cuando sus lamentos rompen el tedio.

- ¿Hemos llegado?, la silueta al volante se limita a abrir la vieja puerta de metal, todos descienden y las calladas compañías de viaje toman sus propios destinos, los sollozos se escuchan cada vez más distantes.

Arribo a una ciudad de altos edificios; gris y vacía, sus largas avenidas abruman por las ausencias que hace tiempo no las transitan, el ocaso pinta el horizonte, el polvo acumulado es testigo de una desgastada y vieja abundancia.

Mis pasos, en un arrebato de certeza inconsciente, me guían con cierta premura hasta un edificio, la oscuridad alcanzó mi andar; entro a una elegante pero cascada recepción, iluminada apenas por una luz parda, me recibe una mujer madura a la que, por más que me esfuerzo, no logro distinguir las facciones. Pregunta en osco tono – ¿a qué vienes?,

- vengo… con Martín, es que…

- ¡sí, sí, sí, pasa al elevador y sube al último piso!, ahí te encontrará.

Me adentro en una habitación con la puerta abierta; todo en su interior es de un blanco ahajado, la cama desordenada me recuerda alguna donde pernoctamos juntos en un pasado viaje y decido recostarme a esperar, una intranquila pesadez me invade hasta casi caer dormido, unos pasos me sacan del absorto,

- ¡Amiguito, amiguito!, ¿cómo estás?, exclama un Martín congelado en el tiempo, 

- muy… bien, bien – mi voz entrecortada contiene las lágrimas, 

me interrumpe con un tono firme y franco:

– ¡No pedí invitarte, para que me vinieras a lloriquear!, quería verte y saber que estás bien, no lo arruines;

 - sí, sí, perdón, ya sé cómo eres, estoy muy bien ahora; sabes, recién pasé por lo mismo que tú, casi me doblo entre las plaquetas, las largas noches, el dolor, el insomnio, la depresión…

- ¿Y ahora, cómo estás?,

- mucho mejor, realmente mejor,

- se ve, quería saber que estás bien, por eso pudiste venir hasta acá.

Toma una botella semivacía a la que hace tiempo no se le quita el corcho, me sirve un trago de Absenta, como recordando los viejos tiempos en que nos embriagábamos con ésta;

 - ¿tú no vas a tomar amiguito?,

- no tiene caso amiguito, aquí no tiene ningún caso,

- ¿por qué?,

- porque aquí no tiene sentido, sabor, nada -.

Me invaden unas ganas de ir al sanitario, le pido esperarme. En el interior de éste hay una pequeña ventana que permite ver al exterior mientras orino, asomo un poco y me percato de algo perturbador, todo en el exterior permanece a oscuras, tal parece que el único lugar iluminado es este viejo penthouse. La luz lunar apenas me deja distinguir sombras que corren erráticas entre las calles que rodean el viejo hotel.

Vuelvo a la habitación, - ¡Martín!, ¿amiguito?, ¿Martín? -, le llamo insistentemente sin respuesta; noto lo que resta de la botella sobre una mesa, cerca, una pequeña nota que dice:

“TOMA OTRA COPA POR MÍ; CUANDO SALGAS, DEJA LA BOTELLA EN SU LUGAR, LA SEGUIRÁS BEBIENDO CUANDO TE VUELVA A VER ACÁ.

AL MARCHARTE, LLÉVATE DE AQUÍ LO QUE GUSTES”.

Observo a mi alrededor, veo una pequeña caja de cristal que contiene lo que parece un par de pañuelos aperlados, la abro guiado más por la curiosidad que por la posibilidad del obsequio, dos moscas revolotean desde su interior y un escalofrío me recorre.

Cierro rápidamente la cajilla, algo en mi mente me dice que regresaré y éstos servirán para limpiar mis labios del absenta que entonces he de beber, las dos moscas, sin saber cómo, volvieron al interior de la cajilla de cristal, me apresuro a salir, apenas  puedo dejar una nota con pulso acelerado diciendo: DESCANSA EN PAZ AMIGUITO MÍO.

Me topo nuevamente con la mujer del acceso, me dice con tono imperioso  – ¡Dirígete a donde te dejaron, ahí pasarán por ti!; sin sentido, en medio de aquella oscuridad apenas rota por sombras aceleradas que el rabillo de mi ojo capta, encuentro el camino de regreso.

Despierto, estoy en mi recámara y pienso…

Volveré a verlo un día. 

miércoles, 8 de abril de 2020

Ocho experiencias personales, para hablar de la peli #Parásitos, sin hablar de ésta

Una de las Portadas Comerciales de "Parásitos".

Comparto esto, procurando hacer eco del ojo crítico que el autor del film planteó:

1. El esfuerzo de mis padres me permitió crecer en una colonia "bonita" clasemediera, con todas las tradiciones y cosmovisiones que ahí prevalecen; cuando las vecinas se enteraron de que mi madre trabajaría como secretaria, que mi papá era obrero y que asistíamos a escuelas públicas, entre otras cosas, nos retiraron el habla y no fuimos más requeridos en las celebraciones de cumpleaños de sus hijos.

2. Yo y mi único amigo de la colonia, emprendimos un negocio de hacer mandados a domicilio; al principio eran pocos los encargos que nos hacían, hasta que una vecina solterona y muy guay nos dio un consejo, - usen ropa más viejita y hablen mal -, empezamos a usar frases como "- no necesita un mandao -"; nuestro negocio mejoró.

3. Cuando asistí a catecismo (lo intentaron, confieso), hubo algunos problemas entre l@s niñ@s que asistíamos, la solución: dividir en grupos y horarios a los asistentes; en un horario los de "Mineral de Marfil, Lomas de los Santos (donde crecí), Presa de los Santos y Camino Antiguo", en otro, los de "Barrio de las Palomas, Las Aguilas, El Edén, Trasladera de la Vía y Tenería", muchos de mis amiguitos eran de este segundo grupo, decidí asistir a éste para seguir jugando con ellos.

4. La privada donde crecí, está en los lindes de "mi colonia" y otra más popular; cuando ésta necesitó hacer uso de una vía pública para su urbanización y posterior paso, se suscitó un conflicto vecinal. Entre las personas de "mi colonia" se corrió el argumento de que permitir el paso para tal asentamiento, mermaría la plusvalía de las propiedades; el derecho se impuso y el paso se permitió, por otro lado, el mercado actual y la demanda, pagan a menor valor los departamentos ubicados en ese punto.

5. En mi Estado (y otros circundantes) y particularmente en mi ciudad, existía la tradición, y hasta el año 2003,  la legislación civil, de permitir la fusión de los apellidos del pater familia, para registrar al hij@ con estos, más los de la madre, actualmente no; ahí surgieron los llamativos Pérez-Bolde, Trueba-Olivares, y muchos ejemplos de personas con tres o cuatro apellidos juntos, quizá ahí surgió el popular, López-Gatell Ramírez, de hoy día.

6. Ya en la universidad  y vida profesional, cuando ahora sí fui requerido a alguna fiesta de éstas zonas donde antes no fui invitado, cuando me preguntaban mis apellidos, porque ustedes saben... si uno asiste a estas fiestas ¡es muy importante conocer los apellidos de un tercero con quien apenas se está entablando charla!, las personas invertían algo de su tiempo procurando adivinar el origen consanguíneo de éstos, desarrollé cierta habilidad para no sacarlos de dudas.

7. Cuando hube de deambular dejando curriculums, buscando empleo, antes ya había participado de la fundación de la asociación civil de la que aún me enorgullezco de haber formado parte, era común que se preguntara de parte de quién venía, pocas veces se devolvío la llamada, menos aún, cuando profundizaban sobre el objeto de la AC que fundé.

8. Actualmente vivo en la Ciudad de México, en una colonia de la que es común escuchar referencias como "muy genial, muy bella, muy segura, muy elegante", en los casi cinco años que llevo aquí, si la memoria no me falla, han ocurrido 4 suicidios, 2 asesinatos de dealers, 2 asesinatos "pasionales", 2 feminicidios, 3 muertes por riesgo de trabajo en construcción, han descubierto 3 lugares de explotación sexual de mujeres y niños, entre otras tantas cosas por el estilo. En mi realidad, sigo sintiendo que es la colonia genial, bella, segura y elegante de la que siempre se habla.

sábado, 28 de marzo de 2020

Matías y el mundo nuevo


Mi sobrino en gestación llegará a un mundo nuevo; supongo que ya se entera que las cosas no van bien acá, que hay algo de lo que la gente está enloqueciendo, porque unos se enferman y otros mueren y todos tienen miedo y otros empobrecen y a otros no les importa.

Unas semanas atrás se hacían planes para  preparar su bienvenida, abrazarle en sus primeros minutos en este mundo y recibirle en tribu. Hoy se hacen planes para protegerlo, mucho y como sea posible.

Vendrá a un mundo que se aferra con alfileres a sus realidades: unos desean y creen que todo seguirá igual, otros actúan como si siguiera igual, hay quienes desean que éste siga igual a costa de lo que sea, algunos seguimos luchando para que sea diferente en la esperanza, otros necesitan que cambie a costa de lo que sea.

Mañana Matías llegará a este mundo que no será igual, habrá de hacerce lo que sea necesario para que sea en su bien.

jueves, 19 de marzo de 2020

De la otredad y la nueva pandemia.



Emil Cioran escribió en su libro "Del inconveniente de haber nacido" que sólo los enfermos tienen derecho a hablar de espíritu.Quienes lo hemos estado, amamos a alguien que lo está o que lo estuvo, comprendemos los matices y sentidos de tal sentencia.

Hoy murió la primer persona víctima del coronavirus en México; esta nueva plaga que nos ha enfrentado y nos pondrá frente a lo mejor y peor de lo que actualmente somos como personas y sociedad.

Hoy murió uno, en un panorama incierto de los porqués para todas y todos.

La memoria de la humanidad viviente, asumió hasta hace poco, que las llamadas "pandemias", siempre habían tenido sus particularidades, vulnerabilidades, grupos específicos, metáforas culposas, potenciales víctimas y sesgos de riesgo que la mantenían al margen o a salvo; eran los otros y no nosotros o... ellos, los que se encontraban a su merced.

Soy parte, crecí, me construí, aprendí a amar, a sobrevivir, a aceptar, a acompañar y hasta a bajar la guardia enmedio del VIH/SIDA. He padecido, enfrentado y superado sus causas, efectos, luchas, tratamientos, culpas, estigmas y esperanzas; como hombre gay, soy parte de lo que son y fueron todos sus enfoques. No tuve la necesidad de comprender la otredad, porque siempre la he sido o la he tenido cerca.

Quizá, no estoy seguro, que quienes se han enfrentado al cáncer, las discapacidades, las enfermedades mentales, afectivas y psicosociales o, incluso a la pobreza, que cala más cuando no se completa para un tratamiento, también entienden de lo que hablo.

El Coronavirus llegó para que tod@s sean el/la otr@; porque esta enfermedad trascendió y se evidenció, inicialmente, enmedio del privilegio, de la supuesta normalidad, de la persona de ingresos, moral, fe, estilo de vida, comodidades y costumbres ordinarias.

La principal afectada ha sido aquella persona que no "merecía" haberse enfermado o morir, porque a mí y los otros, muchas veces nos han dicho que "lo merecemos" o "nos lo buscamos".

Los efectos y causas del CoVid se siguen manteniendo en el plano de lo físico y lo clínico. Quienes hemos vivido las consecuencias de otras pandemias desde el plano del espíritu,  entendemos de lo que habló Emile Cioran.

Hoy opinamos y reflexionamos sobre la nueva pandemia desde la saludridad pública; tal vez mañana, lo hablemos desde quien ha acaparado, lucrado, temido, solidarizado, excluido, procurado, discriminado, luchado o atendido el coronavirus. Desde el enfoque de las potenciales víctimas o de sus víctimas.

Quizá, como sociedad pronto abordemos la nueva pandemia desde el "espíritu" al que se refirió Cioran, espero y deseo que para bien, no para la forma en que otros hemos padecido los efectos de sus variantes, más allá del plano físico, sino desde el enfoque de enfermedad social, que a veces aniquila más.

A.G. Cabrera.
18/Mar/2020

Entradas populares