martes, 13 de abril de 2010

Día Internacional contra la Homofobia.


17 DE MAYO DIA INTERNACIONAL CONTRA LA HOMOFOBIA

El 17 de Mayo de 1990 la Asamble general de las Naciones Unidades decide crear el Día Mundial de Lucha contra la Homofobia, como muestra del reconocimiento en el avance de los Derechos Humanos tendiente a la eliminación de la discriminación por causa de la orientación sexual de las personas, quedando reconocida así la homosexualidad como una orientación sexual normal de toda persona humana.

No obstante lo anterior, el panorama internacional y local no es muy alentador, actualmente en más de 80 países es perseguida como crimen, en más de un par es castigada con pena de muerte. En nuestro caso son recurrentes los ordenamientos administrativos que tratan de sancionarla con conceptos vagos como las faltas a la moral, entre otros; acompañado a esto existen grandes avances igualitarios en la normativa de algunas entidades como Coahuila y el Distrito Federal, donde incluso llegó a legalizarse la unión matrimonial y la adopción de menores, lo que a pesar de ser un gran avance para los derechos humanos, al mismo tiempo a desatado una nueva ola de homofobia en algunos sectores conservadores del país, que ya han hecho patente en amplios sectores de la población la consigna, "esta bien que se casen, pero que no adopten", situación que refleja el temor a nuestra orientación como posibles peligros para los menores de edad, nada más falso que ésto.

En razón de lo anterior colectivo seres AC. realizara nuevamente la celebración del día mundial contra la homofobia este 17 de Mayo en la ciudad de Guanajuato, Gto.,donde será punto central la difusión de este nuevo derecho y abonar en pro del debate liberador y democrático en favor de las llamadas minorías sexuales, como muestra les dejo el discurso pronunciado el año pasado en dicho evento:

Día Internacional contra la Homofobia.
18/05 12:02 PM

Hoy 17 de Mayo de 2009, desde el monumento a la paz en Guanajuato, porque la paz se consolida con los derechos humanos, la igualdad y la equidad; y en conmemoración del día mundial de lucha contra la homofobia, venimos a lanzar este manifiesto como integrantes de la diversidad sexual gay, lésbica, bisexual, heterosexual, transexual y transgénero.

Cuando un grupo de personas o alguien en lo individual lucha por sus derechos humanos, estamos luchando no sólo por ser sujetos de derecho sino por ser concebidos verdaderamente como personas, personas con aspiraciones, inquietudes, tendencias y actos que giran en torno a un solo fin o propósito, que es superarnos y obtener la felicidad.

Dice Ortega y Gasset que la vida es y debe ser intimidad con nosotros mismos, esto es el hecho de que encauce su actividad externa hacia la obtención concreta de un valor o hacia la realización particular para adquirir el sentido de persona integra y plena, misma integridad que no puede estar separada de la sexualidad del ser humano al ser ésta parte esencial de la personalidad y por ende un derecho humano fundamental.

Siendo homosexuales, lesbianas, bisexuales, transgénero o transexuales que a diario convivimos con nuestros padres, hermanos, hijos, amigos y vecinos, desafortunadamente la realidad no siempre nos permite desarrollarnos de manera plena, pues el contexto a obligado a miles de personas, sino es que a millones, a ocultar su vinculación erótica-afectiva hacia otras personas o a esconder su identidad de género y todo esto por tratar de cumplir con estándares impuestos respecto a lo que es, dicen, bueno en el amar y en el sentir; estándares que en la mayoría de los casos tratan de constreñirnos a realizar ciertos fines determinados que se imponen como lo correcto o lo normal, pretendiendo dejar de lado la intervención de nuestro libre albedrío para querer convertirnos en meros instrumentos para la consecución de un plan de vida deseado por otros pero no anhelado por nosotros, plan que lamentablemente muchas veces es impuesto incluso por nuestra familia, queriendo negarnos la dignidad de elegir a quien amar, coartando el desarrollo de nuestra plena humanidad.

A lo largo de la historia y de nuestra propia historia de vida como disidentes sexuales nos hemos enfrentado al énfasis en la anormalidad, la enfermedad, la antinaturalidad y la depravación, como si amar fuera perverso. Con esto se ha querido colocarnos en la exclusión de la noción de lo humano, es así que aún existen hijos privados de su familia, corridos del hogar, negados por los parientes, compañeros despedidos o expulsados, madres y padres privados de la paternidad, amigos desempleados, personas encarceladas, gente asesinada, amores de toda la vida despojados, personas queridas adquiriendo el VIH y muchos estigmas, marcas e intentos de invisibilizarnos impuestos por gente que no quiere reconocer nuestro derecho a optar por amar física y espiritualmente a otra persona con la misma voluntad de de amarnos.

En el mundo, en México, en Guanajuato y en esta capital si bien desde el componente normativo existe el reconocimiento de las personas como titulares de derechos humanos, igual existe un abismo en la vida práctica y en el contexto social al respecto, donde la cultura homofóbica desafortunadamente sigue imperando, queriendo reafirmar en los hechos la inferioridad de las orientaciones sexuales no heterosexuales. Históricamente México ha sido el país de la exclusión por las relaciones de poder, las personas con orientación sexual gay, lésbica o bisexual y las personas transgénero o transexuales también al igual que millones de mexicanas y mexicanos, hemos vivido la exclusión, pero no por ello estamos dispuesto a aceptarla; dice Carlos Monsivais que la exclusión, la persecución de la disidencia sexual y la inequidad de género han sido utilizadas como un poderoso instrumento de control social y político a través del cual se desean consolidar las aspiraciones de los conservadores por preservar los privilegios de un grupo dominante.

Es por eso que hoy en memoria a las víctimas por homofobia, como integrantes de la comunidad lésbica, gay, bisexual, transgénero, transexual y heterosexual estamos aquí para manifestar el potencial emancipador de nuestro derechos sexuales y humanos, de equidad, de género y de igualdad; tomamos este espacio público para reivindicar nuestro derecho a la vida privada, a salir del closet y no permitir que nos quieran regresar a él, a ser tomados en cuenta en la elaboración de políticas públicas, a ser parte de la cotidaniedad de esta sociedad y sobre todo a refrendar nuestra autonomía y dignidad, porque se puede ser gay, lesbiana, bisexual, transexual o transgénero y tener dignidad.

Al estado y nuestros dirigentes exigimos comprometerse con la creación de cimientos para construir una sociedad incluyente, moderna y tolerante, que legislen por la consolidación de los derechos humanos de los disidentes sexuales y de todas las personas en condición de inequidad y desigualdad, que ejerzan el poder para todas y todos y no sólo para unos cuantos, y en esto tienen una gran deuda con la inexistencia de una ley que prevenga y sancione la discriminación y la violencia asociada a ésta. A la sociedad pedimos que nos vean simplemente como parte del tejido social, tan ordinarios como ustedes, pues somos sus hijos, sus hermanos, sus parientes, sus amigos, sus vecinos y compañeros que día a día convivimos con ustedes y soñamos junto a ustedes.

La libertad social y externa de la humanidad se revela en una facultad autónoma y responsable de elección de los medios idóneos para la realización de nuestra propia teología humana, es así que nosotros ya elegimos y nadie en lo absoluto nos puede privar de ese derecho.

Ya para cerrar solo me queda sostener que el panorama actual no es muy alentador, después de años de lucha y negociación existen derechos humanos que considerábamos un logro sostenido en legislación positiva como lo es el derecho de la mujer violentada sexualmente a decidir sobre su libertad reproductiva, como lo es el derecho a un salario digno y una jornada máxima de 8 horas por el trabajo rudo de un minero, como lo es el derecho a la educación y la alimentación de nuestros niños que esos sí defienden la vida digna en un sentido pleno, entre tantos derechos que muchos mexicanos no gozan, pero ahora vemos que existe la tentación de ciertos sectores sociales de proscribirlos, de renegociarlos y acotarlos; frente a este panorama resulta casi utópico pedir que se consoliden nuevos derechos, como lo son los de las llamadas minorías sexuales, pero no por ello dejaremos de luchar pues toda persona comprometida con el progreso social como somos nosotros no puede permitir que a otra persona se le prive de un derecho humano, pues si no lo impedimos, no tendremos la congruencia ni la integridad para poder exigir los nuestros cuando quieran privarnos de los mismos; es por ello que el movimiento progresista y de vanguardia gay, lésbico, bisexual, transexual, transgénero y heterosexual sostenemos estas causas de las feministas, de los obreros, del sector popular como nuestras también, porque en esencia la lucha es la misma, que es la consecución de una vida plena, digna, feliz, responsable y autónoma.

Angel González Cabrera (manifiesto leído en la plaza de la paz COLECTIVO SERES AC 17/05/2009)

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